Yo que tanto te esperaba, te quería y soñábamos bajo un cielo sin estrellas, ya que era invierno. No se como llegaste a mi, no se si llegaste para hacerme daño o para enamorarme, yo no se. Pasaron los días y al parece te olvidaste de mi, de las promesas que me hiciste, de aquellos besos inesperados, en fin, te olvidaste de todo. Un viernes sin querer recibí un mensaje de el, y ahí comenzo todo de nuevo, comenzaron las mismas promesas, volvió a nacer la misma niña enamorada que se creía todas las cosas que le decían, y que se derretía con cada beso. Pero me entere que yo no era la única, no era la única a la que le prometía cosas, no era la única que le mandaba mensajes ni la única con la que se besaba, me entere que detrás de todo esto había un descarado, inmaduro, sínico, infeliz y por cierto PENDEJO, que no supo valorar lo que tenia, que por ser así todas se enteraron y lo dejaron, y ahora el solo se arrepiente por gastar minutos con personas que si valían la pena ya que el no vale nada.
